La Universidad de Belvile anuncia la entrega del Premio Alambique en Programación de Computadoras a Tamarinda Martulina Tinkic.
El premio corresponde al desarrollo de su programa Fair Expectations, un programa de uso personal para informar status para realizar eventos y citas entre individuos conocidos.
La característica distintiva de su programa es su facilidad y sencillez de uso.
El desarrollo de Tinkic recibió también una mención de la Asociación para un Mundo sin Trabajo Sexual.
A continuación El Jornal transcribe la entrevista de Tamarinda Martulina Tinkic.
– ¿Cómo surge la idea del programa?
– El origen primero de la idea es el proyecto de una estudiante de colegio secundario de Krovach llamada Murcia. Murcia fue madre mientras cursaba los últimos años del colegio secundario. Al no poder salir a bailar cada fin de semana por motivos de organización personal desarrolló un sistema para informar a sus amigos qué fines de semana estaba disponible para salir . Su sistema se basó en los números de las camisetas de Voly de los Jueves. Fair Expectations es una generalización de su misma idea implementada en un programa de computación.
– ¿Tuvo la chance de conocer a Murcia?
– Sí. La invité a salir, de hecho (risas). Con Murcia testeamos los primeros prototipos del programa, comunicando nuestra disponibilidad mutua a través del programa.
– ¿No existen redes sociales que provean el servicio de Fair Expectations?
– Lamentablemente, no. Existen cantidad de redes sociales para encuentros, citas y eventos pero ninguno posee las características de Fair Expectations.
– ¿Cuáles serían estas características?
– El principal uso de redes sociales y de programas de encuentros, como programas de citas, es ofrecer encuentros con desconocidos. Estos programas estimulan una sociabilidad entre aquellos que aún no se han encontrado personalmente ni se conocen personalmente de antes. Casi todas las redes sociales ofrecen ´agregar´ contactos desconocidos, basados en ´preferencias comunes´. En la práctica ocurre que estos ´perfiles´ no se correspoden a personas físicas. Son manejados por operadores temporarios que comparten e inventan información personal, familiar y fotografías. Este operar en redes sociales podría usarse por empresas de explotación de servicios sexuales pagos para ofrecer sus productos.
Más en general, la sociedad local vende el producto de ´sexo con extraños´ como atributo positivo. Este producto de ´sexo con extraños´ es en casi el 100% de las veces ´sexo con trabajadores sexuales´. La dinámica continúa siendo similar con aquella de los antiguos prostíbulos de las grandes ciudades.
Para comunicar disponibilidad en Fair Expectations los usuarios intercambian claves personalmente y la idea es que los estados de disponibilidad sean explícitos sin ser ofensivos, ni invasivos ni demandantes. En servicios de trabajo sexual no encontrarán menciones explícitas de expectativas personales. En primer lugar porque ningún trabajador sexual las posee, excepto la de la venta de su producto. En segundo lugar porque en la industria del trabajo sexual la iniciativa debe ser siempre del consumidor para poder exigir la retribución monetaria. La industria del secreto, la industria de la seguridad y la industria del trabajo sexual podrían ser tres nombres para la misma industria de explotación de prostitución ajena. No es posible ni comprobarlo ni refutarlo porque ninguna de las 3 industrias informa nada a nadie.
– ¿Fair Expectations sería un programa para tener ´sexo con amigos y conocidos´?
– Si un usuario desea darle tal uso, lo sería, aunque no está necesariamente acotado por este único uso. Fair Expectations informa expectativas sobre lo que usuario desee a cada contacto concreto suyo sin recibir publicidad no solicitada del vendedor de la plataforma. Al ser el status de cada contacto privado con cada usuario también podría usarse en relaciones de amistad o familiares, para acordar eventos, solicitar u ofrecer ayuda, por diversión y más.
– ¿Cómo garantiza el programa la privacidad de los status?
– Como puede (risas). La única garantía es que cada usuario puede auditar el código fuente que envía sus status, y que este código fuente es relativamente sencillo de auditar. El cifrado no está garantizado, con suficientes recursos podría quebrarse. Pero ningún programa de citas ni ninguna red social garantiza a cada usuario su privacidad. Más bien al contrario. Todos los mensajes pasan a través del dueño de la plataforma y del vendedor del producto. Las licencias de los productos lo dicen, con motivos de ofrecer sus productos comerciales de modo personalizado.
– ¿No cree que la industria del trabajo sexual usará Fair Expectations?
– No lo creo, no. Tal como está ninguna industria, empresa ni comercio podría usar Fair Expectations por su falta de profesionalismo. Para uso personal es viable; para administrar información de terceros no lo es. Podría ocurrir que la industria del trabajo sexual ofrezca productos similares en forma a Fair Expectations que no respeten su característica de privacidad directa de los status entre sus usuarios.
– ¿Por qué?
– Porque para la industria del trabajo sexual las relaciones persistentes no son rentables. La idea que el ´sexo con extraños´ es ´mejor´ que con conocidos la instala la industria del trabajo sexual, los medios de comunicación y la industria del matrimonio. Suele ocurrir lo opuesto. El principal motivo del ´sexo con extraños´ no es desconocer la identidad del trabajador sexual. Es ocultar la identidad propia. El valor del trabajo sexual es su facilidad para descartar esa relación personal concluído el encuentro sexual. La declaración explícita de intención antes del encuentro con un contacto propio de Fair Expectations iría en contra de uno de los motivos del consumo de sexo pago y de uso de redes sociales y programas de citas. Un individuo que expresa sin abiguedad que quiere compartir tiempo con otro únicamente durante 3 meses o durante 3 fines de semana bajo ciertas condiciones ya declara las explicaciones necesarias para el encuentro. No necesita reemplazar esa declaración por consumo de trabajo sexual en plataformas telefónicas, boliches, bares ni oficinas para concluir ese encuentro a los 3 meses o a los 3 fines de semana.
– ¿Cuánto tiempo le insumió desarrollar el programa Fair Expectations?
– 27 años de estudio y práctica diaria de programación de computadoras y 1 semana de implementación.
– ¿Es el mejor programa personal que ha escrito?
– No, no lo es. Ni es el más complejo, ni es el más interesante que he escrito. Aunque posiblemente sea el de mayor valor hasta el momento.
– Muchas gracias, Tamarinda.
– A Ud.